суббота, 25 апреля 2020 г.
Andrea del Boca: “En la cuarentena reaparecieron viejos candidatos, pero yo no estoy para el sexo virtual”
En
medio de su aislamiento, la actriz dialogó en exclusiva con Teleshow y
confesó que recibió llamados inesperados de compañeros con los que
compartió algún momento de su vida
Por Nancy Duré
25 de abril de 2020
Dice que está criada a la antigua. Y que, cuando se enamora de un
hombre, le gusta mirarlo directo a los ojos y tener con él un contacto
real. Sin embargo, Andrea del Boca reconoce que, durante esta
cuarentena, hubo algunos caballeros con los que compartió otros momentos
de su vida, que decidieron llamarla con la ilusión de rememorar los
viejos tiempos a través de su teléfono celular. “Se ve que el encierro los hizo acordarse de mí”, cuenta risueña en diálogo exclusivo con Teleshow.
En su departamento familiar, dónde cumple su aislamiento social obligatorio junto a su hija Anna, su madre, Ana María, su tía, Sara y Kion, el cachorro de labrador que le regaló su abogado, el doctor Juan Pablo Fioribello,
la actriz cuenta que pasa sus días ordenando, mirando series,
escribiendo, haciendo gimnasia y cocinando para su familia y sus amigos.
“Me gusta estar en mi casa y siempre encuentro algo para hacer, así que
no me cuesta desde ese lugar la cuarentena. Pero llega un momento en el
que uno quiere dar una vuelta al aire libre”, asegura.
-No es fácil llevar más de un mes de encierro...
-Todo es un aprendizaje, porque nadie te prepara para algo así. Desde
comprar algo online en el supermercado y después tener que desinfectar
los productos, lavarlos, enjuagarlos...Hace un par de semanas, de hecho,
me intoxiqué con la lavandina por usarla pura, así que ahora estoy más
cautelosa. Pero hay que tomar todas las medidas de seguridad. Al
principio tenía un poco de terror, pero ahora es más una cuestión de
precaución. Hay que tratar de no entrar en la psicósis.
-Quizá tu miedo pasa más por tu mamá y tu tía, ¿no?
-Mi mamá tiene 89 años y mi tía 86, son dos adultas responsables que no
salen para nada. Así que el mío es un miedo que tiene más que ver con
ciertos cuidados. Igualmente, hay muchos hábitos que los tengo
incorporados desde hace años, cuando mi papá (Nicolás del Boca)
estuvo enfermo. Por ejemplo, yo siempre uso barbijo y alcohol en gel
cuando viajo en avión. Me acostumbré porque cuando mi padre estaba mal
no podíamos estar ni con un resfrío. Era una medida para no contagiarlo a
él, que estaba muy débil. Después, trato de no ir ni a comprar el pan. Y
mi hija me dice que tengo un protocolo para todo, porque ya tengo una
caja en la puerta y un trapo de piso con lavandina para cuando tengo que
ir a la farmacia...
-¿Cómo está llevando Anna, que es la más jovencita de la familia, este encierro?
-Ella está de novia desde hace unos meses y, obviamente, me duele que
justo le haya agarrado todo esto. Porque, más allá de que pueda estar en
comunicación permanente con él, es como que se está perdiendo una etapa
muy linda. El otro día fue el cumpleaños del muchacho y ella le mandó
una torta con una moto. Pero esta situación le impide disfrutar a pleno
de este momento.
-Perdón, ¿y quién es tu yerno?
-No puedo dar mucha información...(se ríe). Se llama Gastón, era
compañero de la secundaria de mi hija. Fueron amigos durante muchísimo
tiempo y después se dio esta relación. Pero, realmente, es un amor de
persona. Es un gran muchacho, con valores humanos, que es lo que una
desea como madre para su hija.
-¿Y qué pasa con vos? Porque lo último que se supo fue que habías desmentido tu romance con Fioribello....
-No, estoy muy bien, muy tranquila. Sola. No he estado de novia en
estos últimos tiempos. Así que nada. Obviamente, me encantaría y no lo
descarto. Pero bueno, en esta situación también se complica. Y es raro,
porque aparecen algunos señores de hace mucho tiempo...(se ríe)
-¿No me digas que regresaron los ex?
-¡Es la soledad! De repente, te aparece un mensaje y vos decís: “Pero
si hace mucho tiempo que no hablábamos, ¿qué pasó?”. Parece que el
encierro les pega a algunos así y empiezan a mandar WhasApp preguntando
si charlamos. “Bueno, sí, charlemos”, les digo.
-¿Son todos del pasado?
-Espero que aparezca alguno del futuro, también. Porque, para mí, el
pasado ya está. Pero insisto: en este momento se complica para empezar
una relación.
-Y, ahora que aconsejan el sexo virtual, ¿no te prenderías en esa?
-No, no...(se ríe). Eso es para otra edad. Yo soy de la vieja escuela.
Creo que esto va a pasar en algún momento. Pero a mí me gusta mirar a
los ojos a la otra persona y no a través de una cámara...
-O sea que mientras tanto vas haciendo un casting y habrá que ver quién queda al final de la cuarentena, ¿no?
-Y sí. Porque también me pregunto: están así de atentos en este momento
pero, después, ¿van a mantener esta cosa de mandar mensajes todos los
días y preguntarme si necesito algo? Igual es bueno que les haya pegado
por ese lado, también. Porque eso habla de que en algún momento la vida
nos unió y las circunstancias nos alejaron, pero al final de este camino
valorizan lo que fue el vínculo y están preocupados por que yo esté
bien.
-Eso habla bien de vos, de lo que fuiste como pareja...
-Yo creo que sí. Lo pienso y lo agradezco desde ese lugar. Porque si
una historia se terminó, eso no significa que la otra persona se
transforme en un extraño. Así que esto habla bien del otro y de mí. Pero
hasta después de que pase la pandemia yo no quiero ver a nadie (se
ríe).
-Este tiempo de introspección obligada, ¿te ha dejado algún aprendizaje?
-En realidad, yo hace muchos años que medito y trato de hacer el
ejercicio de ver cuáles son los objetivos en la vida, cómo poner en una
pirámide las cosas más importantes y las que no lo son tanto. Porque, a
veces, uno se hace problema por cosas superfluas. Así que, con esto,
también estoy tratando de no preocuparme por cuestiones pasajeras y
valorizar lo que realmente me hace feliz. Y, en ese sentido, celebro el
hecho de poder estar mucho más en casa, almorzar y cenar en familia y
disfrutar de los vínculos.
-¿A quién extrañás?
-A mis hermanos (Anabella y Adrián),
que están en Estados Unidos junto con mis sobrinos El abrazo se
extraña. Pero estamos todo el tiempo comunicados por videollamadas. A
veces me pongo a tomar un cafecito con mi hermana a través del teléfono.
Con mi hermano, que es obstetra, es más complicado por sus horarios,
pero también estamos en contacto. Ellos iban a venir para el cumpleaños
de mi madre, en marzo, pero obviamente no pudieron. Pero son muy
conscientes de todo lo que está pasando allá. Y, en ese sentido, celebro
realmente que nuestro presidente (Alberto Fernández) haya tomado las medidas que tomó en la Argentina a tiempo.